EAJ-PNV celebrará el centenario del nacimiento de Francisco Escudero (1912-2002) con una serie de actos que irá detallando durante las próximas semanas y que se inaugurarán con una charla en el batzoki sobre la vida del compositor zarauztarra, que fue afiliado de la formación jeltzale desde el 12 de junio de 1977 hasta su fallecimiento, y según destaca también la Junta Municipal, “embajador de Zarautz y comprometido con Euskadi”. Asimismo, el grupo de concejales del PNV en el Ayuntamiento presentará en el próximo Pleno una moción de apoyo a la conmemoración del centenario.
En dicho documento, el PNV realiza una petición expresa a todos los zarauztarras para que participen en los distintos actos que el Ayuntamiento tiene previsto organizar en colaboración con distintos agentes del pueblo para celebrar el centenario del nacimiento de Escudero, sumándose de forma activa a la celebración. Asimismo, insta a Diputación y Ayuntamiento de Donostia a hacer lo propio, impulsando dichas actividades. No hay que olvidar que Escudero fue durante años Director y revitalizador del Conservatorio de la capital donostiarra, que por tal motivo lleva su nombre.
Escudero es, según el PNV, “uno de los mayores creadores que ha dado Zarautz, un artista universal que hizo una contribución enorme a la música vasca. Sin embargo, pese a estar muy considerado en los circuitos artísticos e intelectuales, su figura es desconocida para muchos tanto en Zarautz como en Euskadi, especialmente entre los jóvenes”. Por eso, la formación jeltzale considera que el centenario debe aprovecharse como una ocasión inmejorable “para organizar entre todos actos que den a conocer su trabajo y sirvan como merecido homenaje”.
Destaca también su faceta como profesor, “inculcando a los alumnos la pasión por la música que él mismo poseía, y animándoles a crear con libertad y desarrollar un estilo propio”. Para el PNV, Escudero fue asimismo “un zarauztarra de pro que hacía gala de ese amor por nuestro pueblo allí donde iba”. Así, en 1988 estrenó, por encargo del Ayuntamiento la obra San Juan Bautista, con motivo del 750. aniversario de la fundación de Zarautz: “La celebración del centenario es una buena manera de devolverle al menos una pequeña parte de lo que nos dio, poniendo en valor su legado artístico”.
La Junta Municipal del PNV subraya de igual manera la talla “humana y personal” de Escudero, “su carácter alegre y su buena disposición”, y añade que fue “un gran abertzale, comprometido con las aspiraciones, preocupaciones y anhelos de su pueblo”. Tal y como destaca la músicologa Itziar Larrinaga en un artículo publicado en 2002, el compositor zarauztarra combatió contra la invasión franquista durante la guerra civil española en el Euzko Gudarostea y, más tarde, en el Batallón Aralar del PNV. Tuvo que abandonar el frente en dos ocasiones, la primera en septiembre de 1936 y la segunda en julio-agosto de 1937. En ambas ocasiones se refugió en Francia.
Tal y como expone Larrinaga, que fue premiada el año pasado por una investigación sobre Escudero, al que conoció personalmente, las vicisitudes del zarauztarra durante esa etapa de su vida en la guerra y el exilio han quedado reflejadas en la correspondencia que mantuvo con la familia Armand, de Houilles (Yvolines), y en una carta dirigida a la Delegación Vasca de París, en la que solicitaba auxilio económico. Éste le fue concedido en 1939 por intermediación de Jesús María Leizaola, el consejero de Cultura y Justicia, quien sería, con el tiempo, lehendakari del Gobierno Vasco del exilio entre 1960 y 1979, sucediendo a Jose Antonio Agirre.
Pese a no hablar en euskara, Escudero demostró a través de su música su pasión por el idioma y la cultura vascos, y su conocimiento del folcore, las formas y la mitología de Euskal Herria, presentes en gran parte de sus obras. Siempre tuvo en consideración a los autores euskaldunes, tal y como lo demuestra por ejemplo la obra Illeta, compuesta sobre el texto homónimo de otro ilustre zarauztarra, Xabier Lizardi. Tras el Estatuto de Autonomía vasco, en 1979, Francisco Escudero volvió a trabajar sobre temas vascos y textos en euskera y compuso, por encargo del Gobierno Vasco, Euskalerriaren salmoa (1980), sin lugar a dudas su obra de mayor contenido extramusical nacionalista.
