La Diputación de Bildu ha concretado la implantación para 2015 de un nuevo vertedero de residuos en la cantera de Osinbeltz, en Zestoa.
Ante ese anuncio, el PNV de Gipuzkoa vuelve a subrayar el carácter ilegal de las decisiones que en materia de residuos está adoptando Bildu durante toda la legislatura. Una vez más, Bildu contraviene la Norma Foral 7/2008 de forma unilateral, anunciando decisiones que no corresponden al Gobierno Foral sino a las Juntas Generales de Gipuzkoa.
La imposición sigue siendo “marca de la casa” de la Izquierda Abertzale: como la mayoría de la voluntad popular reflejada en las Juntas no comparte sus políticas de residuos, la Diputación se salta su ley y el control de su Parlamento.
Además de ante la imposición de una ilegalidad contra la mayoría gipuzkoana, estamos ante una decisión llena de incógnitas:
¿qué tramitación administrativa ha llevado a cabo para definir la opción de Osinbeltz? ¿Se ha tramitado y aprobado definitivamente la necesaria modificación del PTS de infraestructuras de residuos? ¿Se han hecho los estudios de alternativas? ¿Se han abierto los plazos de alegaciones establecidos por la ley? ¿Se ha dado cumplimiento a la obligación de información pública en temas ambientales?
Las Juntas Generales de Gipuzkoa no han tenido ninguna notificación de todo ello, ni, que se sepa, se ha publicado ninguna mención al procedimiento en el Boletín Oficial de Gipuzkoa.
La única razón que parece haber para la elección de Osinbeltz, es que se trata “de la mayor cantera en desuso de Gipuzkoa”. Es decir, cuestión de cabida, sin ninguna mención a las características geográficas, o geológicas o a las posibles afecciones del lugar.
Además, dicen que el nuevo vertedero estará implantado “para finales de 2015”, es decir, Bildu nos quiere hacer creer que en un año tendrá su teórica solución a los residuos de Gipuzkoa. Como, según Bildu, la basura de Osinbeltz será “inerte” (característica, por cierto, que los expertos ponen en cuestión), a la apertura de Osinbeltz le deben preceder otras medidas, como la puesta en marcha de las plantas de compostaje de Bergara y de Zubieta, así como la planta de pretratamiento mecánico-biológico de Zubieta.
Teniendo en cuenta que, tras tres años y medio de gobierno de Bildu, las obras de construcción de la planta de Bergara –ésta sí prevista en el PTS y la Norma Foral de 2008- ni siquiera están adjudicadas, nos resulta muy difícil creer que en un solo año (electoral, para más señas) Bildu sea capaz de construir otra planta de compostaje, una macro-planta de pretratamiento y habilitar, con todos las condiciones y autorizaciones necesarias, un nuevo vertedero.
Por todo ello, entendemos que estamos ante otro “globo sonda” irreal de Bildu: ni cumple la ley, ni es una propuesta democrática, ni técnicamente viable, ni acorde con las garantías de tramitación administrativa, ni factible en el tiempo, ni responde a las Directivas Europeas.
