Se ha buscado ir a lo concreto, con 49 medidas que promoverán la integración y la normalización
La concejal de Acción Social Maribel Albizu y el técnico de Inmigración Julen Aranguren presentaron ayer el Plan de Inmigración que estará en vigor el próximo cuatrienio. Fue aprobado por unanimidad en el Pleno celebrado el mes pasado, y puede consultarse en la página web del Ayuntamiento, www.zarautz.org. Cada año se pondrán en marcha distintos programas, actividades y talleres, y se irá evaluando su implantación. Será la herramienta fundamental de trabajo para la integración de los nuevos vecinos, sistematizando el trabajo realizado en este ámbito durante los últimos años. Según dijo Albizu, “es un plan basado en la realidad actual y esperamos que dé buenos frutos”.
La tipología de la inmigración está variando últimamente. Según los últimos datos, de junio, de 22.812 vecinos 1.472 son extranjeros, el 6,45%. Si hace unos años los argentinos y colombianos eran mayoría, ahora sobre todo proviene de Centroamérica, en palabras de Aranguren: Nicaragua –Madrid y Somoto principalmente-, Honduras y Guatemala –La Antigua y su región colindante-. “De 2001 a esta parte el número de nuevos vecinos ha ido aumentando notablemente, superando el 0,6% anual. La crisis ha frenado esta subida, pero siguen llegando”. Actualmente los nicaragüenses son mayoría -156-, seguidos de los rumanos -143- y los argentinos. En cuanto al género, el número de mujeres y hombres es prácticamente parejo.
Según expuso Albizu, el principal criterio del Plan es la normalización. “Que sean tratados y recibidos como cualquier otro ciudadano, y que tengan exactamente los mismos derechos y también los mismos deberes”. El Plan se basa en un diagnóstico realizado los últimos meses con una metodología participativa, para detectar las carencias existentes. Se recogieron sugerencias en la web municipal y un total de 60 vecinos, tanto particulares como representantes de asociaciones y otros agentes participaron en las dos reuniones abiertas organizadas. Además, otras asociaciones realizaron sus aportaciones vía cuestionario, y también se tuvo en cuenta la opinión de los nuevos vecinos, con una reunión a la que asistieron 15 de ellos.
El diagnóstico ha precisado 20 puntos de actuación, a los que el Ayuntamiento, dentro de sus competencias, tratará de dar respuesta para promover la integración con el Plan. Se comprobó que la falta de conocimiento de los recién llegados es uno de los principales obstáculos a la hora de adaptarse: “No saben a dónde vienen ni que recursos tienen para socializarse, etc. Tampoco tienen capital social, es decir, una red social de ayuda. Nosotros tenemos a los abuelos cuando los niños se ponen enfermos , por ejemplo. En su caso, muchos de ellos están solos”, dijo Aranguren. Por otro lado, frecuentemente trabajan en puestos rechazados por la población autóctona, “lo que los lleva hacia la vulnerabilidad social”.
También se han tenido en cuenta las dificultades del ámbito de extranjería: para trabajar, conseguir papeles, reunir a la familia o empadronarse. “Para nosotros el padrón es un derecho, pero ellos, si no tienen permiso de residencia permanente, tienen que renovarlo cada dos años, lo que acarrea problemas al Ayuntamiento y a la persona, que da un paso atrás a la hora de conseguir los papeles y otras gestiones si pierde el empadronamiento”. Según adelantó Albizu, el año próximo se estudiará como agilizar ese proceso.
El plan incide en la acogida y en la llegada, ofreciendo información, y también en la socialización y el empleo: “Ahora se ha transferido Lanbide y hay que ver cómo queda todo. Quienes no tenían papeles no podían acudir al INEM, pero sí a Lanbide, y ahora se van a unificar los dos organismos”.
También se van a crear puntos de encuentro para fomentar el conocimiento entre los vecinos locales y extranjeros, y se va a prestar especial atención a los adolescentes, llegados entre los 12-16 años, que suelen tener más dificultades para aprender euskara. Se pondrá en marcha un proyecto para trabajar en su integración. Por último, se trabajará en la sensibilización. Según el Ayuntamiento, el Plan es de y para todos los zarauztarras, no solo para los inmigrantes: “Si hablamos de crear una sociedad nueva y plural, es algo que nos atañe a todos”.
El Plan prevé un total de 49 medidas, y han participado en el mismo ocho departamentos del Ayuntamiento en distintos apartados: cooperación, secretaría, cultura, biblioteca, servicios sociales, igualdad… Se ha tratado de buscar “la mayor concreción posible”, sin quedarse en los principios más generales: “Por ejemplo, se ha preparado una guía de acogida que se dará a quienes se empadronen, y se pondrán en marcha programas de trabajo y socialización”. El Ayuntamiento tiene competencias limitadas en esta materia y su trabajo viene condicionado jurídicamente por la legislación vigente. Sin embargo, creen que a nivel municipal q1ueda un “amplio margen de actuación”.
Situaron el Plan en un contexto histórico: “Zarautz, como el resto de Euskadi, es producto de las migraciones. Las personas desde su temprana existencia se han desplazado geográficamente para buscar una vida mejor. Y así, no hace tantos años, muchas personas provenientes de Galicia, Extremadura y otros lugares del estado español vinieron a vivir y a trabajar a Zarautz, y el Zarautz que hoy tenemos es consecuencia de esa llegada de esas personas, todos y todas son zarauztarras”.
Ahora el reto a afrontar es otro: “Poder decir dentro de 5, 10 o 20 años, que todos configuramos un mismo pueblo y que todos somos zarauztarras, que la integración de los nuevos vecinos y vecinas ha sido satisfactoria. Nuevos vecinos y vecinas que ahora no llegan de otras partes del estado o de Euskadi, ahora llegan de otros países más pobres que el nuestro”. Por último, conviene subrayar que el Gobierno Vasco ha subvencionado la gestación del Plan; que será un apoyo para conseguir nuevas ayudas; y que Lakua ha felicitado al Servicio de Inmigración por el trabajo realizado preparando el Plan.
