El último pleno celebrado en el Ayuntamiento, donde se debatieron las ordenanzas fiscales y las tasas correspondientes al próximo año, volvió a dejar de manifiesto que una y otra vez venimos comprobando desde que dio comienzo la legislatura: que Bildu no atiende ni escucha al resto de partidos, y que no tiene voluntad de negociación alguna con el partido que lidera la oposición, EAJ-PNV, toda vez que cuenta con el apoyo garantizado de un Aralar que ha renunciado a su autonomía política con su inclusión primero en Amaiur y posteriormente en EH Bildu.
Nuestro partido presentó un total de 12 enmiendas a la propuesta de impuestos municipales de Bildu (ver documento adjunto). Nuestro único propósito era contribuir a orientar estos impuestos hacia la justicia social y el impulso de la actividad económica, más allá del mero afán de recaudar dinero.
Así, entre otras cosas, proponíamos bonificaciones en el IBI a las familias numerosas con recursos limitados, bonificaciones en el IAE para que la subida de este impuesto no ahogara más aún a las pequeñas empresas que más están padeciendo las consecuencias de la crisis, incentivos para los comerciantes y hosteleros que realicen inversiones de mejora de sus servicios o instalaciones, medidas de impulso del quinto contenedor, una propuesta para que los baserritarras no paguen por vender sus productos en el mercado, o aumentar la bonificación a los vehículos eléctricos.
En el tema de las viviendas vacías, contemplamos de forma positiva que se aplique un recargo sus propietarios con el objetivo de promover su salida al mercado de alquiler. Por eso, y para evitar fraudes y juego sucio, propusimos aplicar ese recargo por tramos, de manera que quienes alquilen la vivienda durante dos meses o más no tengan que pagarlo. Asimismo, propusimos que quedaran exentos aquellos que utilizan la vivienda como segunda residencia o residencia de veraneo, siempre que acrediten al menos dos meses de residencia.
Creemos firmemente que las enmiendas presentadas son aportaciones razonables de cara a completar la propuesta de ordenanzas fiscales y tasas de Bildu. Es más, creemos que eran fácilmente aceptables y negociables puesto que en ellas subyace una visión progresista de la sociedad y la política, que Bildu debería compartir al considerarse un partido de izquierdas. Pues bien, no aceptaron ni una sola, ni demostraron la menor voluntad de negociar.
Una vez más, nos encontramos con que Bildu antepone sus fobias políticas al interés general, despreciando medidas que fácilmente podría compartir únicamente porque es el PNV quien las realiza. Comprobamos que en una época en la que los acuerdos son mas necesarios que nunca, lo que prima es su obsesión y aversión permanentes hacia nuestro partido. Detrás de esto existe una estrategia clara: perseverar en su cerrazón para conseguir aparcarnos de la actividad política, que dejemos de presentar iniciativas, que nos desmotivemos y desanimemos mientras siguen haciendo, o más bien deshaciendo a su antojo.
Sin embargo, tenemos claro cuál es nuestro camino y seguiremos presentando inicativas y propuestas para conseguir que Zarautz no se pare, y haciendo un control exhaustivo de la labor de gobierno, denunciando todo aquello que consideramos va en contra del interés de las y los zarauztarras.
